Ha pasado casi un año.
Pareciera que cada vez que escribo es porque hay crisis, o estoy cambiando.
Diablos, si que he aprendido de mi en este tiempo.
Realmente he visitado rincones de mi inconsciente que albergan recuerdos ácidos de mi juventud. Y nuevamente, brota ese pedacito de ti que vive en mi memoria... y, ¿sabes? brillas.
Brillas en lo profundo de esa acidez, eres el punto dulce justo al final de la nota. Efímero, memorable.
Efímero, como nuestros encuentros que se vaporizan en el tiempo.
Memorable, como después de 10 años puedo contar la misma historia.
Es la historia que me gusta contar, porque parece casi inventada. Porque todo fue realmente a medias inventado y parcialmente real... hay objetos que confirman que sucedió.
Me gusta escapar aquí.
Escape injustificado porque realmente no lo necesito, solo me gusta.
Y precisamente, hoy aprendiendo a estar consciente del momento presente, vengo a dejarte aqui, un ratito, otra vez.
Un año.
Recojo pedazos de la historia que inventamos y me pregunto si ha llegado el momento de soltarnos para siempre.
Yo encontré las chispas en una historia que no necesitó la imaginación para seguir viva... y tú, hace poco encontraste la tuya.
Pasaron años desde que tuviste que desarmarte para llegar donde estás ahora. Irónicamente repites el nombre.
Hablo de soltarnos aunque quizás tambien deba dejar de hablar en plural, quizas tu me soltaste hace años. Y yo, aunque parezca contradictorio, respiraba esta historia como aire fresco cuando la recordaba.
Quizas la historia la inventé yo, y tu solo estuviste ahi esas 2 semanas de verano, porque en realidad yo nunca fui tuya, ni quisiste ser mio.
El resquemor de los tragos que no nos tomamos en esas salidas que jamas se concretaron arden en mi piel cuando te recuerdo, fuiste el mejor capitulo jamás escrito, jamás publicado.
Quizás nos inventamos un ratito, esa noche cuando en labios de adolescentes prometimos un tiempo correcto. ¿O fui sólo yo?
Valdivia muchos años después. Pongámonos de acuerdo cual fue la historia alli, para no repetir el invento mío.
Basta de tormentos, recuerdos nublados y burbujas inventadas, no se conservan eternamente y hay cosas que son incompatibles, como la historia que contarías tu y la historia que contaría yo.
J.
Valdivia, ponernos de acuerdo, incompatibilidad, agua y aceite, distintos puntos de fusión y ebullición, ambos queman.
ResponderEliminarHoy ví la señal, mi memoria fotográfica fue útil.
También había pensado la ironía del nombre, o quizá solo vemos señales donde queremos verlas.
¿De verdad crees que estuve solo dos semanas? Bueno, la relatividad hace que tres lustros puedan ocurrir en tres semanas, todo tiene una explicación irracional.
¿Cuánto hace que no entraba a este sitio? ¿Cuánto hace que no fabricaba una burbuja? No son desechables, esa es la ironía: la fragilidad de una burbuja.
Efímera pero permanente
Presente pero oculta
Brillante pero oscura
No quiero, y tú tampoco, pero no se puede soltar lo que siempre ha estado suelto, esa es la gracia de la libertad, y de las burbujas, que de una pueden salir dos, y de dos una, cada una tan suelta como la anterior, o menos. Impredecibles.