sábado, 23 de febrero de 2013

Inesperado



Y ahí estaba con un gran paraguas de único compañero, de pie frente a la estación de tren. Sola, más sola que nunca,  el cielo llora y los ojos de ella le acompañan en el gimoteo. Presencia la escena en blanco y negro. Una escena que hiere, una casi inevitable.

Lo observa, es como si nada hubiese cambiado, sigue igual, sereno y con el mentón arriba, un cabello ondulado y despeinado con la brisa, una mirada cálida y acogedora, unos brazos protectores, un andar tranquilo, es más bien un chico que a simple vista se nota lleno de seguridad, pero que en el fondo puede que guarde misterios y secretos…

Quién hubiese pensado que ambos llegarían a conocerse tanto entre sí, que a pesar de sus diferencias aprenderían el uno del otro y se harían indispensables como el romance entre el Sol y la Luna, aquel chico resultó ser alguien simple, sin secretos y derecho por la vida, parecía perfecto, simplemente el mejor amigo, la mejor pareja, el mejor consejero… tanto tiempo y tantos recuerdos guardados en el baúl.
Ella observa la panorámica de una escena forzosa… Bajo el amparo de una estación de tren emprende él, un viaje desconocido, sin previo aviso, abandona todo lo que en algún momento prometieron nunca olvidar… sin poder decir nada para evitarlo y sin haber cruzado palabras ni una última mirada. Un adiós silencioso se percibe en el viento. Un adiós cargado de pasado, de recuerdos, de sentimientos. Y de lágrimas.

Y piensa: “Somos como dos desconocidos que se conocen perfectamente”,  aún con la esperanza de que se gire, de que el destino les brinde otra oportunidad.

Su silueta se va a haciendo más pequeña, perdiéndose entre la humedad de la lluvia, en la oscuridad de una típica tarde de invierno, hasta que finalmente… desaparece.

 Quizá esa oportunidad no sea ahora, pues sabes que las cosas han cambiado, las llamadas interminables fueron cesando, hasta convertirse en un silencio incómodo, que terminó en una simple mirada de un extremo de la calle al otro.

viernes, 22 de febrero de 2013

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¿Es posible que todo cambie tanto? ¿Es posible que hoy sean perfectos extraños? ¿Cómo fue que esas llamadas que no dejaban espacio ni para respirar, comenzaron a dejar silencios? ¿Y como que esos silencios dejaron de existir, al igual que las llamadas?

Estaba gris, había viento, un viento fuerte, que te despeina… Y ahí estaba él, sentado en la banca siguiente a la mía, tan cercano, tan cortés, correcto, simpático, atento, tan… correspondido.

Guarda ella en su memoria, felices recuerdos de aquella época, época de colores, de risas, de lágrimas también pero, que difícil es ver cómo han cambiado las cosas!  ¿Cómo fue que pasó para que todo acabara así?... Son como desconocidos que se conocen perfectamente, él sabe todo acerca de ella, sus virtudes, sus debilidades, tiene en sus manos el poder de destruirla en cualquier momento, cuando el quiera, y por otro lado ella lo sabe todo de él, su color preferido, sus miedos,  si es un día lluvioso probablemente el se siente sin ánimos… ¿Cómo es que una historia que recién comenzaba a escribirse pudo acabar sin siquiera terminar el prólogo?

Ella ha buscado respuestas y explicaciones y  verás que por más que se esfuerza, aún no logra completar la historia.

Carta a un extraño.



Sabes de sobra que me es más fácil "hablarte" a través de mis manos, y aunque siempre creí decir todo, supongo que así fue, pero fue todo reflexionado y "moldeado" creo que en esta ocasión dejaré que mis manos se explayen y que dicte mi cabeza y quizá mi corazón porque si las cosas están así, que mas puedo perder? No tienes que responder nada si así lo quieres, solo escucha a mi cabeza que esta revuelta y a mi corazón que no sabe lo que quiere pero si lo que está perdiendo.

Un respiro antes de comenzar, dos, quizá tres…

Perdí la noción del tiempo, no me importa ni lo de ayer, ni lo de hoy ni lo de mañana, hace tiempo que deje de apuntar fechas importantes, más tiempo aun desde que sentí el ultimo cosquilleo en el estómago. Hace tiempo que no río con fuerza, que descubrí lo mucho que habla la gente y lo poco que demuestran, que a los que les importo los puedo contar con una mano y aun así quedarían errores. Me di cuenta de que un vacío me llenó y dejó fuera todo lo demás, lo peor es que descubrí que por cada paso que doy para arreglar esto, retrocedo tres.

Pediría un abrazo como si no existiera un mañana, que si todo se derrumba, da igual, no tengo mejor sitio donde estar.
Se notaba en las miradas, el brillo de las sonrisas era especial, las risas iban y venían, éramos felices, lo teníamos todo, espera todo?, o al menos lo suficiente para serlo, y sin embargo de un día para otro, una palabra mal dicha y todo se pone como dicen algunos "patas arriba", desaparecen las sonrisas y ese brillo especial, mis ojos quedaron oscuros, vacíos y continuamente estaban invadidos por esa agua salada... La desesperación recorría mi mente, y sentí miedo, por primera vez, miedo a la soledad. Aún no recupero nada, no descarto la posibilidad de hacerlo, en el fondo algo me dice que aun se puede recobrar la unión que teníamos, quizá no la de ese dichoso enero, pero si la linda amistad que en algún lluvioso invierno logramos cultivar.

"Solo el amor es capaz de engañarnos tanto, y hacernos sentir tan bien"

Me paro a pensar unos segundos mientras te alejas de la multitud, el ruido y las palabras de la gente que pasa a gran velocidad por las calles y en ese justo momento me doy cuenta de que extraño tantas cosas, las risas con esos amigos que siempre estaban ahí, echo de menos a personas que desaparecieron, reír con lo más mínimo, y el llorar por puro sentimiento.
Echo de menos que me abracen con fuerza y echo de menos los abrazos que no di.
Me encuentro rodeada de gente cada uno con una historia, levanto la vista hacia el horizonte y lagrimas caen por mis mejillas ¿por qué la vida cambia así de un momento para otro?
Nunca las cosas son tan malas como parecen, puede surgir alguien que te haga cambiar de opinión justo cuando estas a punto de derrumbarte,  justo cuando ya no puedes más, entonces en ese instante aparece esa persona mágica que con solo decirte un par de palabras es capaz de curarte, te dice que le importas, mas de lo que ti imaginas y te sonríe. Pilares así los identifico yo.
Es duro mirar atrás y ver personas importantes desvanecerse con el tiempo, que simplemente decidieron seguir un camino diferente. Nadie dijo que las cosas fueran fáciles, eso creo que ya lo sabemos todos.
No me cabe en la cabeza el hecho de que las cosas estén así, quizá te suene repetido ¿y qué? CUANTO TE EXTRAÑO, extraño tu voz, extraño la forma en que caminas, extraño tus respuestas mega razonadas y decentes, desde marzo extraño tu olor, sentirte cercano, extraño la forma en la que proteges, en la que haces sentir seguro, tus ojos, tu barba, tu pelo, y tu singular sonrisa.
La vida es una, y solo una. Ayer hablaba de arriesgarme, es que acaso ¿te puedo perder más? de todas formas no es malo poner mi corazón en esto y decirte que me regalaste una felicidad incalculable? de esa que sientes en todo tu cuerpo... A veces me gustaría saber por qué yo no... Otras no, porque me asusta la respuesta.     
Recuerdo mucho de todo lo que hemos hablado recuerdo cada detalle, como me hiciste sentir segura esa noche…

Un año... Cierra los ojos respira, UF, sí señores, ¡un año!

"El error que más feliz me ha hecho, la felicidad que más me ha dañado"
Si la vida se trata de esto, carpe diem, arriesgarse, no se que estoy haciendo exactamente, pero supongo que arriesgarse es una buena palabra para todo esto.
Después de conocerte no puedo esperar menos de los hombres, eres mi parámetro, de ahí para arriba, extraño tu grandes consejos, tus chistes, tus bromas pesadas y la forma en la que sientes cada sentimiento tan profundamente, te adoro sin más, si pudiese decir algo mas fuerte... pero aprendí que hace daño querer con la vida a una persona que no te quiere así también, duele.

¿Existirá la hora de nosotros? es que en algún momento pensaste que podría existir, no se si tu piensas así,, aún, así... en algún momento... destino de eso hablamos una vez, que quizá todo fue en el momento equivocado

Me duele un poco la cabeza, estoy mareada y me arden los ojos, se que es tarde, pero no quiero que nada se me escape, el cielo aún esta oscuro, hace calor, y paro de escribir un rato, para mirar al techo y tratar de pensar en muchas cosas a la vez, siento que estoy flotando, pues muchas veces eras tú mi único cable a tierra.
También extraño cuando reías, extraño mucho ser tu amiga aunque no era tan feliz como en enero, sabía que aún estabas ahí para cualquier cosa, sabía que podía llamarte sin sentirme incomoda, y sabía que no habrían silencios, y si habían eran gratos, para disfrutar de la compañía del otro...
Son tantos sentimientos que se me mezclan, no se cual es mi propósito, si se que quiero que seas feliz, porque si te quiero tanto como digo que te quiero, solo debe interesarme tu felicidad... el otro día vi una foto de ti y de tu chica, para año nuevo... y lloré, te vi tan lleno de ti mismo, llore porque te vi feliz y te extrañe al mismo tiempo "ríe chinito se ríe y yo lloro, porque el chino ríe sin mi"(8), no sé que más decir en este momento, supongo que cuando te vea diré algo más, todo lo que venga a mi cabeza.




BONUS TRAAAAAAACK



Sentí ser la chica más suertuda por tenerte a mi lado, la más segura y la más bonita
Recuerdo conversaciones reflexiones en las que nos sentíamos tan a gusto y tu me decías, te aprecio... eso es mejor que nada... ¿quien lo imaginaria así?... tu decías que yo era buena persona, me dijiste que serias mi hombro cuando necesite uno para desahogarme y me preguntabas si necesitaba algo... ¿como cambiamos tanto... de algo tan bonito a esta porquería?
¿Puedes creer que escucho canciones de radio y por fin las comprendo? el otro día recién le tome el peso a la canción “ríe chinito”, es tan simple que es difícil de comprender, es como tu... te ves complejo, con cavernas por descubrir, pero eres el ser más dulce, simple, y pasivo que conozco, te gusta la paz, el balance de las cosas y te importa la opinión de lo que quieres, por lo menos yo eso sabia del antiguo tú... Pero ahora,¿tu, quien eres?




miércoles, 20 de febrero de 2013

Escribo para celebrarme y para destruirte. Para destruirme y para celebrarte.

¿Por qué hace tiempo que no escribo? Hace tiempo que no escribo; que no escribo ninguna nota sobre mis sentimientos o pensamientos. Puede que escriba alguna nota perdida, pero hace tiempo que no escribo sobre como me siento. Aunque eso no es del todo exacto.

Pero… ¿Por qué escribo? A veces escribo porque simplemente me gusta. Describir un lugar, un momento, una sensación, una persona perdida en la realidad… Escribir un cuento, una fantasía, un sueño en la imaginación…. A veces escribo porque simplemente quiero dar mi opinión. A veces escribo para bromear sobre algo, por creer que el mundo es ridículo y que sólo puede ser tomado a risa, en un planeta donde mucha gente llora lágrimas amargas. A veces simplemente escribo para sacar fuera de mí lo que siento, ya sea alegría, pena, llanto, sentimiento, pensamiento o esperanza. A veces, quizás, escribo, deseando que alguien me lea y comprenda como me siento y que mis palabras no caigan en un saco roto. O puede que escriba para que otras personas sepan que ellas no están solas, que no son las únicas en sentirse así. A veces escribo sólo para poder leer yo mismo mis propias palabras y comprender algo del caos que anida en mi mente, porque al escribir a veces consigo poner en orden mis ideas. A veces puede que desee que me escuchen, pero otras veces tanto me da que nadie lea mis palabras. Y a veces no escribo nada, porque quiero guardar algunos secretos incluso para mí.

¿Por qué hace tiempo que no escribo? Quizás porque tengo cosas que decir, pero que no quiero escuchar. Quizás porque quiero escuchar, pero no quiero decir nada. Puede que sólo espere ver a donde me llevan las circunstancias. Puede que sea porque he decidido arrojarme a la corriente del Destino y espero ver a donde éste es capaz de llevarme. Puede que no escriba porque no quiero perder la esperanza.

Y no estoy en un mal momento, en muchos aspectos me siento feliz, pero inseguro. Puede que necesite aprender a andar de nuevo.

Aclarar mil ideas.

¿Por qué escribo hoy? Porque sé que, cuando escribo, siento que aún no he muerto.            

Soñar como si fueses a vivir para siempre y vivir como si fueses a morir hoy mismo.




Para que no se pierda entre tantos pensamientos.

Recuerdo tantas cosas, guardo en mi corazón tantas caricias y tantas palabras de afecto que me regalaste, recuerdo nuestras largas conversaciones nocturnas, donde nos preguntábamos como es el Cielo, luego me hablabas de tu niñez y me relatabas como enfrentaste la realidad, como aprendiste a cocinar y a cuidar de los demás, luego dormíamos, sabiendo que la noche siguiente seguiríamos hablando…
Te extrañaré, de hecho todos lo haremos, no es fácil despedirse de quien te dio tu primera sopita, verdad?, no es fácil despedirse de una hermana sacrificada, tampoco lo es decirle adiós para siempre a una madre ejemplar, una amiga, una suegra, una confidente…
Son tantas historias guardadas, recuerdo que cuando tenía unos 5 años y mi mamá me retaba, llegaba llorando a tus brazos y tu con una dulce y anciana sonrisa en tu rostro quitabas las lagrimas de mis mejillas y me pedías que no llorara, pues tu corazón lo hacía conmigo.
Abuela, amiga, mamá, tía, hermana… Mami Miya estuviste a mi lado siempre, dándome buenos consejos, compartimos muchas emociones juntas, me contaste muchas historias, me recitaste poemas que acabe por aprenderlos y creo jamás olvidare…Recuerdo los cuentos que me contabas, aquellos que hacían que mi imaginación volara muy alto.Le agradezco a Dios que me haya permitido tener a mi abuelita junto a mí por tantos años.
Ahora que ya no está conmigo me hace mucha falta, sí, me es muy difícil superar esta pérdida, para todos es difícil, fuiste una mujer importante para quienes te conocían, hoy, sólo quedan los recuerdos muy bonitos y su amable mirada en nuestra mente. 
Hoy, una nueva estrella brilla ya, hoy hay alguien más que nos cuida desde arriba, vuela alto dulce madre, dulce abuela que impacientes esperan lo que ya partieron y nosotros hoy, con sentimientos encontrados te deseamos un lindo viaje, donde brillen los colores, donde brille siempre el sol.




 miércoles, 8 de agosto de 2012 a la(s) 0:20 

Fratricida de Tesalia


Y bueno, este poema, lo hemos buscado mil veces en internet y extrañamente no está, debe ser muy antiguo... 
El 1º de Diciembre del 2011, tomé un cuaderno y anoté este poema declamado en ese mismo instante por mi Abuela.
Aquí va.


En el silencio de la noche triste
por el fondo de un bosque oscurecido
va cruzando con pasos inseguros 
presa del miedo un desdichado niño.

Para tener valor en su abandono
ora silba, ora entona
fraces que le hacen olvidar el miedo
y las que canta al recordar su patria
!Oh hermosa tierra donde yo naciera!
sin par tesalia sus hermosos valles
donde alumbrado por una luz de plata
va sin ningún peligro el caminante.

Luego enmudece la insegura marcha
muestra el terror que siente allá en si mismo,
ha escuchado en el fondo de aquel bosque
como un cercano y misterioso ruido.

Y allí el terror lo invade

Siente pasos y hasta el se acerca 
un hombre horrible que en su mano trae
un puñal que en su debil pecho entierra.

- !AY MADRE DE MI ALMA!
Fue el lamento que brotara
del pecho del herido
- !Seis meses ha que ansiosa me esperabas y hoy que vuelvo quedo en el camino!

- ¿Tu madre? preguntó meditabundo
movido a compasión el asesino.
Dime tu país y te prometo
que en reposo te dejo hasta tu asilo.

- La infeliz mujer vive en Provenza
más hijos no tendrá quedará sola
Pedro y Joaquin murieron por la Patria
el último era yo y muero ahora.

- ¡El mayor, Juan Enrrique! 
El que adoró mi madre, el infeliz, 
hace poco supimos que era bandido.

Cayóse el niño y un rayo de luna
bañóle la faz
y al verlo el asesino
siente en su pecho el hielo de la muerte.

- ¡Hermanito querido, mi Vicente!
no puedo soportar tanto dolor,
sea el arma maldita que te ha herido
la que hiera también mi corazón.

- ¡Vive, vive! y consuela tu a mi madre
porque vivo está el hijo de su afán
sin familia y sin fortuna,
ahogada por las penas morirá.

- ¿Qué le respondo si por ti pregunta? 
Infeliz de mi.-  Exclamó el ladrón
- Dile a mi madre que mi camino es largo
y que la espero en el cielo junto a Dios.

Normal.




Era uno de esos días, en los cuales las nubes están pero no son perceptibles, de esos días en los que el frío está pero se siente casi cálido, de eso días que quizá puedan terminar tristes pero guardas la esperanza de que no sea así.

Era otoño, las hojas caían como simples trozos de papel bronceado, con la paz y armonía que a merita una buena tarde, una de esas de campo, de tierra, de chalecos de lana y la compañía de un solitario y débil rayito de sol. Tranquilidad, sí, tranquilidad era lo que él sentía al caer rendido sobre aquellas hojas, al reposar bajo un viejo árbol, al soñar que la vida no es perfecta pero si es alegre, llena de colores y metas por cumplir, sí era eso, exactamente lo que se percibía en sus ojos, en aquella dulce mirada como la miel, sí, tan dulce, tan suave, tan llena de si misma, una mirada resplandeciente y satisfecha...
Y yo, desde detrás de los matorrales, le observo, y es ahí donde se encuentra la esencia del vivir, del ser uno mismo, de no vivir con recetas, ni guías, ni instrucciones, ¡NO! es.. vivir sin más! vivir porque si, porque te gusta, porque esperas ansioso el próximo segundo, el próximo minuto, la próxima hora... ya que no sabes lo que vendrá, porque no vives planeando, si no... disfrutando de cada sensación y de cada brisa mañanera que te besa el rostro. Y pienso... quizá ya sea tiempo de vivir, quizá ya es tiempo para mi, y no para los demás aunque egoísta suene, pero he pasado mi vida viviendo para conseguir la felicidad de otros... y me he postergado, quizá ya es hora, quizá es mi hora para mirar el mundo de otro modo, desde el otro lado, quizá es hora de dar vuelta una página y comenzar a escribir en una nueva, una limpia y sin recuerdos, ni amargos, ni dulces, ni buenos, ni malos... tal vez es ahora, tal vez hoy es el día para comenzar a no amargarse, tal vez aún estoy a tiempo de aprender a vivir, a tiempo de ser yo quien vea esas bronceadas hojas, ser yo quien se recueste bajo un viejo roble, y que al soñar el árbol me susurre a través de la brisa, a través de los rayos de sol que se logran escapar, que me cuente una historia mágica, no de duendes ni princesas, si no que... una diferente, una historia de vida, mi vida.





FEBRERO, 2012

Pd: Y si quien me inspiró a escribir esta entrada, lo lee por alguna casualidad... Hey tú, P.S.F.U, gracias por hacerme la chica más feliz del universo, la más linda, la más suertuda... Gracias por alentarme a seguir escribiendo.

Un ángel.


En ocasiones como ésta cuando sientes que ya nada mas queda, que nadie nos escucha ni comprende, es ahora cuando entendemos que estamos solos, con esto no quiero decir que hoy, en este momento  lo estemos, si no que siempre… de forma inconsciente sabemos que nunca habrá nadie que nos entienda al cien por ciento, pero sí existen personas que sin pensar igual que nosotros, pueden ser de gran ayuda, y cuando no las tenemos a nuestro lado, sientes que poco a poco desfalleces, o algo te consume…tristeza quizá, desolación tal vez.

Difícil es hablar cuando se está ofuscado, difícil es hablar de respeto cuando de forma repentina te sientes más que superado por tus propios límites.

Hay ocasiones en las que realmente un se siente más solo que nunca, existen momentos que por más dolorosos que sean, los disfrutamos, por otro lado, los momentos felices tratamos de arruinarlos en cuanto podamos… será que ¿nos gusta el dolor? ¿El sufrimiento? Ese es un agujero profundo del cual no es fácil salir a flote solo.

Es entonces cuando se enciende una luz, la esperanza, es cuando aparece de lo mas recóndito un ángel, un amigo, un Camilo, un Javier.

Es cuando los problemas se eliminan con un solo abrazo, una sonrisa, un hálito de apoyo y amor. Es cuando las lágrimas cesan y se convierten en simples y armoniosas risas, es cuando pasas de una mirada triste y fugaz a una sonrisa llena de vida y alegría.

Es cuando dejan de importarte los problemas y estos últimos son motivo para vivir la vida loca.
Son esas personas capaces de devolverte la felicidad en un instante, devolverte los colores en un chasquido, la luz en un solo click y la vida...con sólo su presencia.

Quiero creer.


En fin... Tantas veces ya la misma historia, tantos ratos amargos, tanta infelicidad y tanta calma después de la tempestad, todo se repite, siempre es lo mismo...

Y mírame aquí sigo en mi mundo de colores grises, donde no existe la luz, porque no encuentro el color adecuado por ningún lado ni menos algo que me ilumine, que me guie, que me muestre el camino… y sí, déjame decirte que quizá tú tengas la culpa porque siempre apareces cuando mejor estoy, cuando casi te he olvidado, cuando ya no sueño con tus caricias, y es ahí justo cuando el tiempo se para y todo se vuelve a repetir, te acercas y sutilmente me sonríes, valla… con esa sonrisa que solo tú puedes hacer,  y justo después de aquello, de las caricias, de las benditas horas que disfruto cuando estamos juntos... Apareces con otras, pero siempre recuerdas que existo…

¡Cansada! sí, cansada de caer una y mil veces, de no valorar a otros chicos que con poco que hagan ya son mejores que tú, de dejar pasar historias fantásticas, de dejar en segundo plano mi felicidad y poner en primero la esperanza, mis sueños esos mismos que me invaden cada noche al recordarte...
Esta vez no sonrías, porque quiero creer que esta vez ya no me hace falta una caricia tuya, quiero creer que he conocido caricias sinceras en manos de otro, y poder decir que esta vez la calma no anuncia una nueva tempestad…

El día en que sea viejo.


El día que sea viejo y ya no sea el mismo, ten paciencia y compréndeme, hijo mío.
Cuando derrame comida sobre mi camisa y olvide cómo atarme mis zapatos, recuerda las horas que pasé enseñándote a hacer las mismas cosas. Si cuando hables conmigo, repito y repito las mismas palabras que sabes de sobra como terminan, no me interrumpas y escúchame, cuando eras pequeño para que te durmieras tuve que contarte miles de veces el mismo cuento hasta que cerrabas los ojitos.

Cuando estemos reunidos y sin querer haga mis necesidades, no te avergüences y compréndeme que no tengo la culpa de ello, pues ya no puedo controlarlas. Piensa cuántas veces cuando eras niño te ayudé y estuve paciente a tu lado esperando a que terminaras lo que estabas haciendo.

Cuando me veas inútil e ignorante frente a todas esas cosas tecnológicas que ya no podré entender, te suplico que me des todo el tiempo que sea necesario para no lastimarme con tu sonrisa burlona. Acuérdate que esas cosas como el comer, el vestirte y tu educación para enfrentarte a la vida tan bien como lo haces, son producto de mi esfuerzo y perseverancia por ti. Cuando en algún tiempo mientras conversamos me llegue a olvidar de qué estamos hablando, dame todo el tiempo que sea necesario hasta que yo recuerde, y si no puedo hacerlo no te burles de mí. Cuando me fallen las piernas por estar cansadas para andar, dame tu mano tierna para poyarme como lo hice yo cuando comenzaste a caminar con tus débiles piernas.

Y no te sientas triste o impotente por verme así, con mis achaques, con mis manías, pues son cosas de la vida, que hay que aceptar en paz. Pero recuerda que en esa etapa es mas necesario que nunca el amor, el cariño, la presencia. Dame tu corazón y apóyame como lo hice contigo cuando empezaste a vivir. Acompáñame en este último tramo de la vida, no me dejes nunca, porque yo te he acompañado siempre y especialmente en aquel primer tramo de tu vida en que te entregué todo mi tiempo, esfuerzo y dedicación... Hijo mío.

Felicidad, algo que va al compás de cada uno.


A veces, sucede que deseamos convertirnos, en cualquier otra persona o un objeto, lo que sea con tal de salir de aquel pesar que nos cubre los hombros, daríamos cualquier cosa por canjear nuestra ubicación…

Cuando nos preguntan si somos felices, como aún no hemos desarrollado la capacidad de detenernos a pensar  si realmente lo somos, o cual es el gran significado de aquella palabra tan corta pero extensa a la vez, simplemente nos remitimos a decir: “sí, soy feliz”, pero cuando nos cuestionan el porqué de esa “felicidad” debemos pensar  e indagar en nuestra mente para lograr recopilar una mínima parte de lo que en algún momento nos sacó una sonrisa, pero, ¿eso es la felicidad?, quizá así solamente la definimos nosotros pero, ¿estamos cien por ciento seguros de que eso es?

Una vez me dijeron que ser feliz es estar bien contigo mismo, en otra ocasión, me contaron que la felicidad se logra cuando por fin estás completo por dentro y tienes lo que de verdad deseas y sientes indispensable para ti, pero, para todos, la felicidad es relativa, para mi puede ser verde y para otro puede ser azul, pues ya ves supongo que nadie puede definir la felicidad, a menos de que el mundo sea como aquel que intente definirla.

Entonces, ¿somos felices? Tenemos dos salidas, la primera: rápida y sin reflexión “sí”, la segunda:  detenernos a pensar y responder sin vergüenza sea cual sea nuestra conclusión, en fin, la felicidad va al ritmo de cada uno, es como un baile, cada persona tiene su felicidad, es decir su coreografía completa y coordinada ya que ésta va al compás de su creador y quizá las otras personas que aún no se definen como una persona que reboza en alegría, quizá es solo porque están terminando de crear pasos o contando los tiempos…
Mi coreografía, en muchas ocasiones ha estado completa, pero también le he encontrado fallas y las he ido perfeccionando.

Como un sol.


Les contaré algo, en mi caminar, he tenido la suerte de pasar por distintas etapas emocionales, me he encontrado en el lugar más agradable y en otros lugares donde realmente todo es oscuro y monótono, es entonces donde surgen aquellos que realmente se ocupan de que mi vida no lleve una sola línea, que me saquen de lo normal, que son capaces de sacar la más bella sonrisa aunque esté llorando, y es así, como a veces los roles se invierten totalmente y es a ti a quien le corresponde cumplir ese papel. Y Justamente eso es lo que les narraré a continuación…

Yo, tengo un amigo, un amigo, que es el mejor, que sin importar lo que le digas, sigue a tu lado, un amigo que esta cegado, que tiene un sol, y la luna… la luna no existe en su mundo, ese sol tan deslumbrante, que se convierte en la mas embriagadora de las sensaciones, ese calor, la brisa tibia que se estrellaba en su piel, era todo suyo, propiedad  exclusiva y de nadie más porque sabía que le pertenecía, tenía la completa seguridad de aquello, hasta que un día, aquel sol, en algún momento dejó de alumbrar el camino de mi preciado amigo, se apagó, ese mundo al cual visualizaba día a día, se fue a negro, para poder comenzar a iluminar el sendero de aquel que vestía de rojo… y desapareció totalmente, tanto así que cuando recordaba aquella embriagadora sensación, ya no le causaba ese rubor en sus mejillas ni esa sensación de mariposas en el estomago, al contrario, lograba ver finalmente el sol y la luna que realmente eran… y aquel sol, era menos resplandeciente a los ojos de un enamorado que tiene el corazón roto, y fueron pasando los meses, y el enamoradizo amigo, no lograba acostumbrarse a la falta de luz en la vida real, poco a poco, día tras día, mes tras mes, fue abriendo los ojos a un mundo que para él era completamente nuevo, un mundo radiante, un mundo CASI perfecto… pues faltaba algo, faltaba esa mariposa, esa que causa estragos en el otro lado del planeta, esa que te hace sentir todo y nada a la vez…

Pero, la vida continúa y él con todas sus fuerzas la seguía, no con mucho ánimo, debo admitirlo, pero, sí, le agregó bastante esfuerzo, incluso más de lo que ameritaba la situación, pero después de unos meses de rehabilitación, cuando mi amigo comenzaba a olvidar aquellas imágenes tan iluminadas, reaparece después de unos cuantos meses de espesas nubes, el sol mas radiante que haya visto nunca, pero también, el de menos confianza… pero ¡qué importa! A los ojos de un enamorado, ¡qué importa! Si es de confianza o no, si su luz es tan pura como la de antes, que interesa, sólo deseaba volver a tener el control de aquel mundo que creía perdido, aquel mundo que un día creyó totalmente destruido, allí donde había dejado sus mejores meses, donde la alegría, la euforia y el amor, irradiaba de todas partes, ese mundo, SU mundo y que él creía haberlo perdido para siempre y hoy, según lo que dicen las flores, según lo que susurra el viento, la credibilidad de aquel sol, es pura, fiable al cien por ciento, y no son solo éstas las que me han contado sobre aquel faro que ilumina todo, si no que el mismísimo enamorado, aquel que estuvo tratando de vivir, mientras que su mundo perfecto, se encontraba en otro sitio, con otro chico… esperamos así, que este sol no deje de brillar para mi amigo, que no vuelva a iluminar el sendero de otro personaje que se agregue en la historia, para que así, plantas, montes,  riachuelos y brisas, puedan tener la seguridad de que nunca llegue la noche, de que nunca llegue el invierno.

Como iguales.


Estaba oscuro, frío… Se sentía solo, creo haberlo visto derramar una que otra lágrima, y  ver que esas brillantes gotas broten de sus ojos, no demuestran debilidad en él, al contrario, demuestran el más puro y fuerte de los sentimientos, y así fue como me acerqué a él y le pedí que me explicase el motivo de tales lágrimas y me dijo:
“Lloro porque la extraño a ella, porque ahora, cuando siento la necesidad terrible de abrazar para mostrar un millón de sentimientos juntos, no la tengo; ese beso que con todas mis ganas di como si del último beso se tratara y cada gota de saliva llevara un sabor distinto más delicioso, de forma lamentable y dolorosa así fue, el último; cuando me despierto con el primer pensamiento ese que es el más bello que puedo tener y se me repite...se me repite mañana tras mañana como los primeros rayos de sol de cada día, pero son solo recuerdos; cuando no pasas la más mínima vergüenza al hacer el ridículo por intentar sacar una sonrisa y lo harías todo el día si fuese por aquella deslumbrante sonrisa, la más hermosa que mis ojos han visto...aunque el riesgo te pueda llevar al fracaso, así como en mi caso; cuando sufres cada segundo, cómo una corta distancia en algunas horas pueden parecer interminables kilómetros de distancia con algún que otro mar de por medio; cuando te engañan los sentidos de manera inocente...una canción llena de recuerdos al oído, el olor de TODO te lleva a lo mismo, una foto inmoviliza tus ojos, y te lleva a la última fibra, la más sensible y ZAS! Una lágrima cae al suelo cuando soñar ya... se convierte en una realidad presente y va al antojo de tus viajes a oscuras; cuando te pones a escribir y ves que las palabras carecen de significado suficiente para describir lo que tu interior te intenta decir... y que la otra persona aún no logra descifrar…”
Y fue en ese momento que capte que este hombre pensaba igual que yo, que de una forma inexplicable, le sucedía lo mismo que en este momento me está sucediendo a mí, quizá podamos compartir nuestras penurias y pasarlas juntos hasta que seamos capaces de salir a flote, uno apoyándose en el otro, como hermanos…  y cuando terminé de reflexionar, le dije:
“¡Oh, dios mío, cuanta semejanza hay en lo que me acabas de relatar en cuanto a lo que en mi vida acontece!

Amigo mío, ¡hermano! sé que es una mera coincidencia pero nuestros sentimientos son los mismos, tú, y puedo apostar que intentaste decirle de mil y una formas que para ti un solo día sin verle, pero sentías no poder hacerlo del todo bien, pero que entendiese que no son palabras lo que intentabas explicar sino sentimientos...
sentir ese vacío en ti, es sentirte triste, por no sentir el calor de un abrazo, ni lo re confortable de un beso, es no tener esa sonrisa que te sale sola al mirarle, es intentar dibujar sus ojos acompañados de su risa en el interior de tus parpados cuando cierras los ojos intentando imaginarla; y suspirar, igual que suspiras por estar tan cerca de ella y no poder verle…
es sentir como cada minuto se hace largo y pesado hasta el punto de hacerse más que eterno, es algo lindo el sentir que la echas de menos, pero prefieres tenerla cerca y decirle ya sea al oído, mirándole  a los ojos, chillando, o intentando que te lea los labios, que es la persona que más has querido nunca!
y por eso querías disfrutarla toda tu vida!...”
Al decir esto, mi amigo se quedó callado, en la misma posición que yo había adoptado, pensé que lo que le había dicho, habría tocado su ser, esa última fibra, la más sensible, después de observarlo largo rato, me percato de un brillo que le rodea, pero, ¿Qué es eso? Es rectangular, y brilla, me levanto y mi amigo en el mismo momento se levanta conmigo, como si me estuviese imitando… ¡IMITANDO!
Miro aquellos misteriosos bordes, y me acerco para poder tocar su misteriosa textura, que me intrigaba, y mi amigo, al igual que yo se acerca y toca, con los mismos movimientos que yo, y en ese momento, muevo mi mano para hacer contacto con aquel hombre de sentimientos tan dolorosos, profundos y reales como yo, pero… ¿¡Qué es esto!? Está frio y liso…
Es un espejo.

Soy yo el de siempre.



Estoy aquí sentado una vez más. Soy yo, el de siempre; el chico con el que cruzaste aquella mirada triste, aquel al que sonreíste desde detrás de tu ventana. Supongo que hay barreras que nunca llegamos a traspasar.

Desde mi banco, el que está situado justo en el centro de la plaza, mi plaza, lo observo todo: cada movimiento del barrio, de los vecinos que algún día me trataron como a un igual; las costumbres, los secretos, los engaños…Lo contemplo todo como si de una función se tratase y yo fuese el único que hubiese pagado por verla. Yo interpreto mi papel sin ideas preconcebidas, sin tabúes, con la curiosidad y la confianza de quien no conoce lo que pasará a continuación. He pasado tanto tiempo aquí... tantas historias, tantos ciclos, tantos actos de esta misma función se han representado ante mis ojos... y sin embargo mi mente infantil continúa recordando cada detalle vivido: la música del carrusel, los besos furtivos de las parejas en los portales, los hombres con rosas a los que alguien espera impaciente... Y sin embargo yo, rodeado de tanta vida, yo que me duermo con el latido de los tacones sobre los adoquines, yo que me siento tan inhumanamente inerte e invisible... yo, sumido en este inexplicable estado de muerte en vida, no logro borrar de mí todas esas vivencias, los recuerdos de la existencia que algún día tuve: los sabores inesperados y las locuras cometidas; las formas, las verdades universales dichas y escondidas; la mariposa que con un simple aleteo produce un huracán al otro lado del mundo... y todos los placeres que en vida consumieron una a una las pocas horas que me fueron concedidas. Y entre las rutinas de aquellos que se dicen humanos, vuelven a mí, en ocasiones, imágenes que me intrigan, ráfagas de sentimientos vividos que me invitan a liberar mi mente, que transportan olores que conozco. 
Es curioso, recuerdo cada detalle de mi vida pasada y sin embargo aquí y ahora, no logro recordar nada, conservo tan solo pequeños fragmentos, como partes inacabadas de una historia que quizá todavía no haya terminado. Imagino el verano, todo soleado y rodeado por ese ardor proveniente del sol… de nuevo se asoman esas imágenes, esos pequeños fragmentos de historia que aún logro conservar, cuando era feliz cuando amaba sin saber lo que, es ni lo que siente, porque ¿Qué es el amor?,  quizá, solo quizá, no sabes lo que sientes por el otro, eso es, ese misterioso sentimiento me invadía en verano, enormes oleadas de cariño tanto que era  enfermizo, que invade mis noches y a penas ya los recuerdo. Y continúan, por más que sin quererlo lo olvido, esa sensación de escalofrío al imaginar de nuevo y los aleteos de miles de mariposas en mi estómago. Tal vez, estas también, de las que causan huracanes.



Febrero, 2011.