En fin... Tantas veces ya la misma historia, tantos ratos amargos, tanta infelicidad y tanta calma después de la tempestad, todo se repite, siempre es lo mismo...
Y mírame aquí sigo en mi mundo de colores grises, donde no existe la luz, porque no encuentro el color adecuado por ningún lado ni menos algo que me ilumine, que me guie, que me muestre el camino… y sí, déjame decirte que quizá tú tengas la culpa porque siempre apareces cuando mejor estoy, cuando casi te he olvidado, cuando ya no sueño con tus caricias, y es ahí justo cuando el tiempo se para y todo se vuelve a repetir, te acercas y sutilmente me sonríes, valla… con esa sonrisa que solo tú puedes hacer, y justo después de aquello, de las caricias, de las benditas horas que disfruto cuando estamos juntos... Apareces con otras, pero siempre recuerdas que existo…
¡Cansada! sí, cansada de caer una y mil veces, de no valorar a otros chicos que con poco que hagan ya son mejores que tú, de dejar pasar historias fantásticas, de dejar en segundo plano mi felicidad y poner en primero la esperanza, mis sueños esos mismos que me invaden cada noche al recordarte...
Esta vez no sonrías, porque quiero creer que esta vez ya no me hace falta una caricia tuya, quiero creer que he conocido caricias sinceras en manos de otro, y poder decir que esta vez la calma no anuncia una nueva tempestad…
No hay comentarios:
Publicar un comentario