miércoles, 20 de febrero de 2013

Como un sol.


Les contaré algo, en mi caminar, he tenido la suerte de pasar por distintas etapas emocionales, me he encontrado en el lugar más agradable y en otros lugares donde realmente todo es oscuro y monótono, es entonces donde surgen aquellos que realmente se ocupan de que mi vida no lleve una sola línea, que me saquen de lo normal, que son capaces de sacar la más bella sonrisa aunque esté llorando, y es así, como a veces los roles se invierten totalmente y es a ti a quien le corresponde cumplir ese papel. Y Justamente eso es lo que les narraré a continuación…

Yo, tengo un amigo, un amigo, que es el mejor, que sin importar lo que le digas, sigue a tu lado, un amigo que esta cegado, que tiene un sol, y la luna… la luna no existe en su mundo, ese sol tan deslumbrante, que se convierte en la mas embriagadora de las sensaciones, ese calor, la brisa tibia que se estrellaba en su piel, era todo suyo, propiedad  exclusiva y de nadie más porque sabía que le pertenecía, tenía la completa seguridad de aquello, hasta que un día, aquel sol, en algún momento dejó de alumbrar el camino de mi preciado amigo, se apagó, ese mundo al cual visualizaba día a día, se fue a negro, para poder comenzar a iluminar el sendero de aquel que vestía de rojo… y desapareció totalmente, tanto así que cuando recordaba aquella embriagadora sensación, ya no le causaba ese rubor en sus mejillas ni esa sensación de mariposas en el estomago, al contrario, lograba ver finalmente el sol y la luna que realmente eran… y aquel sol, era menos resplandeciente a los ojos de un enamorado que tiene el corazón roto, y fueron pasando los meses, y el enamoradizo amigo, no lograba acostumbrarse a la falta de luz en la vida real, poco a poco, día tras día, mes tras mes, fue abriendo los ojos a un mundo que para él era completamente nuevo, un mundo radiante, un mundo CASI perfecto… pues faltaba algo, faltaba esa mariposa, esa que causa estragos en el otro lado del planeta, esa que te hace sentir todo y nada a la vez…

Pero, la vida continúa y él con todas sus fuerzas la seguía, no con mucho ánimo, debo admitirlo, pero, sí, le agregó bastante esfuerzo, incluso más de lo que ameritaba la situación, pero después de unos meses de rehabilitación, cuando mi amigo comenzaba a olvidar aquellas imágenes tan iluminadas, reaparece después de unos cuantos meses de espesas nubes, el sol mas radiante que haya visto nunca, pero también, el de menos confianza… pero ¡qué importa! A los ojos de un enamorado, ¡qué importa! Si es de confianza o no, si su luz es tan pura como la de antes, que interesa, sólo deseaba volver a tener el control de aquel mundo que creía perdido, aquel mundo que un día creyó totalmente destruido, allí donde había dejado sus mejores meses, donde la alegría, la euforia y el amor, irradiaba de todas partes, ese mundo, SU mundo y que él creía haberlo perdido para siempre y hoy, según lo que dicen las flores, según lo que susurra el viento, la credibilidad de aquel sol, es pura, fiable al cien por ciento, y no son solo éstas las que me han contado sobre aquel faro que ilumina todo, si no que el mismísimo enamorado, aquel que estuvo tratando de vivir, mientras que su mundo perfecto, se encontraba en otro sitio, con otro chico… esperamos así, que este sol no deje de brillar para mi amigo, que no vuelva a iluminar el sendero de otro personaje que se agregue en la historia, para que así, plantas, montes,  riachuelos y brisas, puedan tener la seguridad de que nunca llegue la noche, de que nunca llegue el invierno.

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